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jueves, 3 de marzo de 2011

Dedicatoria





La tierra estaba seca.
No había ríos ni fuentes.
Y brotó de tus ojos
el agua, toda el agua.

Luis Alberto de Cuenca

2 comentarios:

  1. Precioso, tan pequeño y tan grande el poema. Uno de mis pasatiempos preferidos es sentarme y contemplar el agua, su color, azul, verde... El ruido de las olas al romper con las rocas de los acantilados, los regatos con su alegre murmullo, la lluvia de orvallo que parece que no cala pero cala, el chaparrón que cae y te gusta mirarle a través de los cristales y escuchas el ruido del agua bajando por el canalón, me gusta el agua,se nota, verdad. Un abrazo

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  2. Ahhhh, esos ojos, los ojos del amor en los que puedo naufragar por completo.
    Muy bonitos versos.

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