Hoy a ti: larga eres
como el cuerpo de Chile, y delicada
como una flor de anís,
y en cada rama guardas testimonio
de nuestras indelebles primaveras.
Qué día es hoy? Tu día.
Y mañana es ayer, no ha sucedido,
no se fue ningún día de tus manos:
guardas el sol, la tierra, las violetas
en tu pequeña sombra cuando duermes.
Y así cada mañana
me regalas la vida.
Pablo Neruda en "El mar y las campanas"