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martes, 6 de marzo de 2018

Canción


Tal día como hoy de 1927 nacía Gabriel García Márquez, uno de mis imprescindibles en mi historial de lecturas.






Llueve. La tarde es una
hoja de niebla. Llueve.

La tarde está mojada
de tu misma tristeza.
A veces viene el aire
con su canción. A veces...
Siento el alma apretada
contra tu voz ausente.

Llueve. Y estoy soñando.
Nadie vendrá esta tarde
a mi dolor cerrado.
Nadie. Sólo tu ausencia
que me duele en las horas.
Mañana tu presencia regresará en la rosa.

Yo pienso -cae la lluvia-
nunca como las frutas.
grata como una fiesta
hoy está atardeciendo
tu nombre en mi poema.

A veces viene el agua
a mirar la ventana
y tú no estás.
A veces te pienso cercana.

Humildemente vuelve
tu despedida triste.
Humildemente y todo
humilde: los jazmines
los rosales del huerto

y mi llanto en declive.
Oh, corazón ausente:
qué grande es ser humilde!

Gabriel García Márquez





domingo, 4 de marzo de 2018

Los últimos metros






GENTE  EN  LA  PLAYA


La mujer ha aparcado.
Baja y, con lentitud, saca del coche
una silla de ruedas.
Después, coge al muchacho,
lo sienta y le coloca bien los pies.
Se aparta algún cabello de la cara
y, sintiendo ondear su falda al viento,
va empujando la silla en dirección al mar.
Entra en la playa por el paso
de tablas de madera que, de pronto,
a unos metros del agua, se interrumpe.
Muy cerca, el socorrista mira al mar.
La mujer alza al chico:
lo coge por debajo de los brazos
y camina de espaldas hacia el agua,
mientras los pies inertes
dejan dos surcos en la arena.
Ha llegado muy cerca de las olas
y lo deja en el suelo para volver atrás
a por el parasol y la silla de ruedas.

Estos últimos metros.
Los malditos, crueles metros últimos.
Estos te romperán el corazón.
No hay amor en la arena, ni en el sol,
ni tampoco en las tablas, ni en los ojos
del socorrista, ni en el mar.
El amor son estos últimos metros.
Su soledad.

Joan Margarit. en "Se pierde la señal"